Desde el puente de la estación

Se ha notado hoy un aumento de tráfico por la carretera de Madrid. Como si ya muchos tuvieran vacaciones y hubieran dado comienzo al ritual del nómada moderno. Ir y venir. Hacer maletas, cargar el coche y encaminarse a la vorágine de la carretera.
A veces pienso que las vacaciones ya no tienen por objetivo descansar. Pero inmediatamente llego a la conclusión que el descanso no es espanzurrarse en el sillón y dormitar. Descansar es un cambio de actividad, una rotura de la rutina. Nuevas caras en calles nuevas, nuevas voces. Otros olores y sabores. Y si es así, en realidad es la definición de "viajar".
Vale, pues yo todavía no estoy de vacaciones. Es más, me esperan unos días moviditos porque acabo de recibir a nuestros socios polacos del Comenius. Mañana llegarán los rumanos.
Pero bien pensado, para terminar un trimestre canijo no está tan mal.
No es un viaje, pero tampoco es el sillón.
A todos los que ya estéis de vacaciones, felicidades y a disfrutar.
A los que todavía cuentan los días, ánimo que ya queda poco.
Abrazotes