Bajo el paraguas de etwinning hay mucho sitio. Al principio parecía que era un sistema sustitutorio de los intercambios lingüisticos usando las TIC. Sin embargo, muy pronto pudimos reconocer nuestro error. Tenían cabida proyectos de todo tipo. Los artísticos con los dibujos, las galerías de fotografías, los videos, las películas, las canciones. Los lingüisticos con los relatos, los blogs, los cuentos, las historias. Los matemáticos con las mediciones del cielo y de la tierra, la geometría del arte, las formas de la naturaleza. Los clásicos con sus diarios de lecturas, sus bibliotecas virtuales, sus conexiones con las lenguas muertas. Los científicos con sus experimentos, sus bosques, sus ensayos, sus estadísticas. Edades, idiomas, símbolos. Presente, pasado, futuro. Gente, mucha gente.
Dice Susana, de Galicia, que siempre hay un antes y un después de etwinning.
Dice Irina, de Rumanía, que está a punto de aparecer el HSS o Husbands Support Service. Yo crearía también el WSS, Wives Support Service.
¿Qué hemos aprendido en estos 4 años? ¿Cómo nos ha cambiado etwinning?¿Qué dicen nuestr@s alumn@s?¿Encuentran relevante para su formación tanta interacción y tanta colaboración?
No quiero ser triunfalista, pero la filosofía de etwinning podría abrir las puertas del conocimiento a aquellos grupos que se han dado de baja en los sistemas tradicionales, podría agrandar las miras de quienes ya sienten curiosidad, podría....................¡Tiene futuro!
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