eTwinning, todo empezó en Linz...

domingo, marzo 19, 2006

Ultimos coletazos del invierno


Hace unos 10 días el paisaje abulense era así. Casas alineadas en urbanizaciones en continuo crecimiento, la ciudad vieja a la sombra de la torre de la catedral y la sierra nevada al fondo. El ambiente era frío, nada acogedor y las calles estaban como desangeladas.
Luego una avanzacilla de la primavera cogió por sorpresa a propios y extraños. Después llovió, sopló un viento finito, finito como agujas de hielo.
Anoche caía una lluvia lenta y tranquila, a la luz mortecina de las farolas podía seguirse el viaje de las gotas. No podía ser agua nieve porque no hacía frío, pero, ¡ qué cerca estaba de serlo!
Hoy nos ha salido un sol que no parece de Ávila porque es grisáceo, casi opaco. Nada acariciador. ¡Marzadas!, dicen los entendidos viejos.
Son los últimos coletazos del invierno. Un invierno largo, muy largo, que se llevará tras él montones de vivencias.
Linz fue un hito de nuestro camino y para mí supuso un reto. Hacía más de 25 años que no viajaba en metro sola.
Una se acostumbra a que la mimen, la cuiden, la envuelvan en algodón y de repente se da cuenta de que ha perdido la capacidad de andar por la vida sin manita. Y a mis 50, me encontré buscando el andén, sacando billetes de metro, arrastrando la maleta y cambiando el paso de ritmo. No sufrí un ataque de pánico, ni me perdí, ni llegué tarde. ¡Lo logré!
¡Qué tontería!, direis. Quizás, pero yo me sentí aliviada al saber que tantos años de algodón no me han convertido en una muñequita de papel.
Ahora me estoy tomando una infusión de pera, mora y regaliz. ¡A vuestra salud y a la de todos los que nos arropan!
Abrazotes

2 Comments:

  • Poco de Física y Química, soy profe de Inglés.
    Pero soy una apasionada de las otras dos materias que mencionas: la literatura y la historia. soy una lectora empedernida y estoy rodeada en la familia de historiadores, más bien arqueólogos.
    Y una de mis vocaciones frustradas es el periodismo. La otra, la política.

    Recordaré lo del paraguas, acabo de recoger la ropa a todo correr porque estaba empezando a caer ese agua fina, calabobos, vamos.
    Abrazotes.

    By Blogger caluad, at 11:17 p. m.  

  • Porque en Linz no tuve que utilizar el metro, que era el coco del miedo.
    Ni estaicones ni aeropuertos me atemorizaban, pero el metro me producía verdadera ansiedad.
    En soledad o silitarios, que a lo mejor no es lo mismo, es donde nos medimos nuestras capacidades.
    Y estoy contenta de haber tenido esta oportunidad.
    Gracias por la poesía de tus palabras, Milagro.
    Abrazotes.

    By Blogger caluad, at 1:49 p. m.  

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